Los cambios de temperatura ayudan a favorecer la circulación de nuestras piernas.
Es una de prácticas recomendadas para realzar la belleza de la mujer, ya que es ideal echar agua fría por todo el cuerpo después de una ducha cálida. Reactivaremos la circulación sanguínea y si somos capaces de tomarlo como una rutina ayudará a mantener unas piernas y un trasero más tonificado, previniendo además la aparición de varices.